viernes, 15 de octubre de 2021

INSOMNIO

 



¿Qué es el insomnio?

Según el DSM-5 el insomnio se caracteriza por 

  • la insatisfacción por la cantidad o la calidad del sueño, asociada a uno (o más) de los síntomas siguientes: 
    • Dificultad para iniciar el sueño. (En niños, esto se puede poner de manifiesto por la dificultad para iniciar el sueño sin la intervención del cuidador.) 
    • Dificultad para mantener el sueño, que se caracteriza por despertares frecuentes o problemas para volver a conciliar el sueño después de despertar. (En niños, esto se puede poner de manifiesto por la dificultad para volver a conciliar el sueño sin la intervención del cuidador.) 
    • Despertar pronto por la mañana con incapacidad para volver a dormir.
Por otra parte, debe de presentar malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral, educativo, académico, del comportamiento u otras áreas importantes del funcionamiento. Así como la dificultad del sueño se produce al menos tres noches a la semana durante 3 meses.  

¿ Cuáles son las consecuencias del insomnio? 

El insomnio casi siempre se presenta asociado a fatiga diurna y alteraciones del humor tales como irritabilidad, disforia, tensión, indefensión o incluso estado de ánimo deprimido. Incluso algún estudio sugiere que el insomnio crónico no tratado puede ser uno de los factores de riesgo para desarrollar depresión mayor18. Además, las personas con insomnio suelen presentar quejas somáticas, típicamente gastrointestinales, respiratorias, dolores de cabeza, y dolores no específicos. 

La persona con insomnio crónico tiene problemas que afectan tanto a su salud como a su funcionamiento social y laboral. Por una parte, se queja de síntomas en el ámbito emocional, cognitivo y conductual y de deterioro en los ámbitos social y laboral, con un aumento del absentismo21. Por otra, además, tiene más tendencia a tener accidentes de trabajo y de tráfico.

¿Cuáles son las características del insomnio?

El insomnio es un trastorno que no suele aparecer solo, por lo que de normal se debe realizar un diagnóstico diferencial para conocer si hay otra sintomatología presente que pudiera explicar las dificultades para conciliar el sueño o mantenerlo. Tal como realizar una evaluación desde un modelo integrado, con diferentes fuentes de información, obtener secuencias y explorar los hábitos. Sobre todo averiguar el tipo de insomnio y las causas que lo provoca.

¿Tiene tratamiento?

El tratamiento del insomnio tiene como objetivo principal mejorar el nivel de satisfacción respecto al sueño, centrándose en intervenciones que lo promuevan positivamente.

En el tratamiento del insomnio, las intervenciones terapéuticas utilizadas podrían clasificarse en: Educación para la salud, Medidas de higiene del sueño, Intervenciones psicológicas e Intervenciones farmacológicas. 

Educación para la salud

  1. La estructura del sueño 
  2. La influencia de la edad en la estructura del sueño.
  3. El número de horas de sueño necesarias y las variaciones individuales.
  4. La prevalencia del insomnio.
  5. El sueño como reflejo del funcionamiento diurno y viceversa.
  6. La importancia del condicionamiento.
  7. Los procesos mentales que causan la aparición de un circulo vicioso.
  8. El lugar que ocupa la medicación en el tratamiento del insomnio, su efecto o el efecto de sustancias como el alcohol.
  9. Aclaración de las metas y objetivos del tratamiento para ajustarlos a las expectativas.

Medidas de higiene del sueño
  1. Mantener un horario fijo para acostarse y levantarse, incluidos fines de semana y vacaciones. 
  2. Permanecer en la cama el tiempo suficiente, adaptándolo a las necesidades reales de sueño. Reducir el tiempo de permanencia en la cama mejora el sueño y al contrario, permanecer durante mucho tiempo en la cama puede producir un sueño fragmentado y ligero. 
  3. Evitar la siesta. En casos concretos, se puede permitir una siesta después de comer, con una duración no mayor de 30 minutos. 
  4. Evitar las bebidas que contienen cafeína y teína. Tomadas por la tarde alteran el sueño incluso en personas que no lo perciben. 
  5. El alcohol y el tabaco, además de perjudicar la salud, perjudican el sueño y, en este sentido, se debe evitar su consumo varias horas antes de dormir. 
  6. Realizar ejercicio regularmente, durante al menos una hora al día, con luz solar, preferentemente por la tarde y siempre al menos 3 horas antes de ir a dormir. 
  7. En la medida de lo posible mantenga el dormitorio a una temperatura agradable y con unos niveles mínimos de luz y ruido. 
  8. El hambre y las comidas copiosas pueden alterar el sueño. Evitar acostarse hasta que hayan pasado 2 horas después de la cena. Si se está acostumbrado a ello, tomar algo ligero antes de la hora de acostarse (por ejemplo, galletas, leche o queso), no tomar chocolate, grandes cantidades de azúcar y líquidos en exceso. Si se despierta a mitad de la noche, no comer nada o se puede comenzar a despertar habitualmente a la misma hora sintiendo hambre. 
  9. Evitar realizar en la cama actividades tales como: ver la televisión, leer, escuchar la radio, ver el teléfono, etc. 
  10. Evitar realizar ejercicios intensos o utilizar el ordenador en las 2 horas previas al sueño nocturno.
CONTROL DE ESTÍMULOS: Para romper la asociación entre el contexto en que se duerme y el insomnio se pueden seguir las siguientes instrucciones: 
  1. No utilice la cama ni el dormitorio para otra actividad que no sea dormir. No lea, ni vea la televisión, no hable por teléfono, evite preocupaciones, discutir con la pareja, o comer en la cama. La única excepción a esta regla es que se puede tener actividad sexual en la cama. 
  2. Establezca una serie de rutinas previas al sueño regulares que indiquen que se acerca el momento de acostarse: por ejemplo, cierre la puerta, lávese los dientes, programe el despertador y realice todas aquellas labores que sean lógicas para este momento de la noche. Realícelas todas las noches en el mismo orden. Adopte la postura para dormir que prefiera y sitúe sus almohadas y mantas preferidas. 
  3. Cuando se esté metido en la cama, se deben apagar las luces con la intención de dormirse inmediatamente. Si no se puede dormir en un rato (alrededor de 10-15 minutos), hay que levantarse e ir a otra habitación. Conviene dedicarse a alguna actividad tranquila hasta que se empiece a sentir sueño, y en este momento, volver al dormitorio para dormir. 
  4. Si no se duerme en un período de tiempo breve, debe repetirse la secuencia anterior. Hacerlo tantas veces como sea necesario durante la noche. Utilizar este mismo procedimiento en caso de despertarse a mitad de la noche si no se consigue volver a dormirse aproximadamente a los 10 minutos. 
  5. Mantenga regular la hora de levantarse por la mañana. Poner el despertador y levantarse aproximadamente a la misma hora cada mañana, los días laborales y los festivos, independientemente de la hora en que uno se haya acostado, regulariza el reloj biológico interno y sincroniza el ritmo de sueño-vigilia. 
  6. No duerma ninguna siesta durante el día. Si uno se mantiene despierto todo el día tendrá más sueño por la noche. Pero si la somnolencia diurna es demasiado agobiante se puede permitir una pequeña siesta después de comer a condición de que no dure más de media hora.
  7.  Intente relajarse al menos una hora antes de ir a la cama. Evite utilizar la cama para “dar vueltas” a sus preocupaciones. Puede reservar, en otro momento del día, 30 minutos para reflexionar sobre aquello que le preocupa, intentando encontrar las soluciones, (le podría ayudar escribirlo en una hoja de papel). Cuando esté en la cama, si vuelven las preocupaciones, dígase a sí mismo: “basta, ya pensaré en ello mañana, ahora es hora de dormir”. 
  8. No utilice el ordenador antes de irse a la cama porque la luminosidad de la pantalla puede actuar como un activador neurológico

RESPIRACIÓN PARA FACILITAR EL SUEÑO 
  • Tenderse boca arriba en posición de relajación. Cabeza a la altura del cuerpo o más baja. 
  • Cerrar los ojos. Inspire suavemente. No hinche excesivamente los pulmones. 
  • Expire todo el aire. Repita el ejercicio 3 veces. 
  • En la 3ª respiración suelte todo el aire y manténgase sin inspirar el tiempo que pueda. 
  • Entonces repita las 3 respiraciones suaves y vuelva a retener el aliento al final de la 3a espiración. Para ayudarte a contener la respiración y aguantar sin inspirar durante unos momentos, concéntrese en una imagen mental agradable/placentera. 
  • Una vez que haya repetido 5 a 8 veces el ciclo (3 inspiraciones y espiraciones seguido de un periodo de contención de la respiración después de una espiración máxima) sentirá deseo de respirar con normalidad, relajado y somnoliento. Respire entonces suavemente y con normalidad.
Tratamiento farmacológico
  • Los hipnóticos benzodiacepínicos (flurazepam, triazolam, quazepam, loprazolam, midazolam, flunitrazepam, brotizolam, diazepam, lorazepam, nitrazepam, estazolam y temazepam) han demostrado ser eficaces en la duración del sueño.
  • Los hipnóticos no benzodiacepínicos (zolpidem, zopiclona, zaleplon) han demostrado ser eficaces en el tratamiento del insomnio a corto plazo. 
  • IMPORTANTE: Cuando se utilicen los hipnóticos para el tratamiento del insomnio, se recomiendan a corto plazo (no más de 4 semanas) y con la dosis más baja posible. No se recomienda la utilización de los hipnóticos a largo plazo

¿De donde saco toda es información y donde podrías leer más sobre el tema?

Etapas del cambio y resultados de la psicoterapia



¿Qué son los estadios de cambio?

Prochaska y Diclemente crearon un modelo para intentar comprender qué, cómo, cuándo y por qué cambian las personas. A través de investigaciones enfocadas en estudiar el fenómeno del cambio intencional, desarrollaron su modelo transteórico, compuesto por estadios, procesos y niveles. 

  • Estadios de cambio: Los estadios representan la dimensión temporal, es decir, cuándo cambia la gente. El cambio no sigue un patrón lineal, sino más bien uno en espiral. Resulta fundamental saber en qué etapa se encuentra la persona con relación a su problema, con el fin de diseñar procedimientos específicos que se adecuen. 
    • 1. Precontemplación 
    • 2. Contemplación 
    • 3. Preparación 
    • 4. Acción 
    • 5. Mantenimiento 
    • 6 Finalización.  
  • Procesos de cambio: herramientas utilizadas por cada individuo en su propósito de solucionar determinados problemas. Los procesos de cambio que podemos encontrar con más frecuencia, son: 
    • 1. Conciencia, 
    • 2. Autoreevaluación, 
    • 3. Autoreevaluación social, 
    • 4. Autoliberación, 
    • 5. Liberación social, 
    • 6. Relieve dramático, 
    • 7. Contracondicionamiento, 
    • 8. Control de estímulo, 
    • 9. Manejo de lo eventual, 
    • 10. Relaciones de ayuda o apoyo social 
  • Niveles de cambio: Estos niveles constituyen la dimensión objetal o lo que debe ser cambiado. Y se representa por varios niveles interrelacionados que engloba los problemas psicológicos susceptibles de tratamiento, a saber: 
    • Síntoma/Situación. 
    • Cogniciones desadaptativas. 
    • Conflictos actuales interpersonales. 
    • Conflictos familiares/sistemas. 
    • Conflictos intrapersonales. 
¿Qué instrumentos de medida existen? 

- Evaluación del Cambio de la Universidad de Rhode Island (URICA; McConnaughy et al., 1989). Escalas de Avidez de Tratamiento y Etapas de Cambio (SÓCRATES). En menos estudios de investigación, pero con mayor frecuencia en la práctica clínica, las etapas se evalúan mediante una serie de preguntas que dan como resultado una categorización discreta. 

¿Qué dicen los estudios de investigación? 

76 estudios, que abarcan 25,917 pacientes. Efectos de tamaño moderado (d = 0,41). Los resultados fueron una función de la etapa de cambio previa al tratamiento; es decir, cuanto más avanzado esté el paciente en las etapas, mejores serán los resultados del tratamiento. 

¿Qué prácticas son la más recomendadas para la psicoterapia?
  • Tenga cuidado de tratar a todos los pacientes como si estuvieran en acción. 
  • Establezca metas realistas moviéndose de una etapa a la vez. 
  • Tratar los precontemplados con entusiasmo. 
  • Adapte los procesos a las etapas.
  • Evite etapas y procesos que no coincidan. 
  • Prescriba las relaciones de elección adaptadas por etapas, así como los tratamientos de elección. 
  • Practica de forma integradora. 
  • Anticipa el reciclaje. 
  • Integre la preparación para el cambio en los recursos de tratamiento. 
  • Cambiar a una visión ampliada de la psicoterapia como atención médica proactiva y basada en la población.

lunes, 4 de octubre de 2021

Adaptar la psicoterapia al nivel de reactancia

¿Qué es el nivel de Reactancia/Resistencia?

La resistencia es la tendencia de una persona a evitar hacer los cambios, está considerada como un estado específico del entorno. Por otra parte la reactancia es un ejemplo extremo en el que la persona no sólo resiste sino que el cambio en una dirección se aleja de la recomendación del terapeuta, está considerado un rasgo de personalidad. 

En un sentido práctico, un terapeuta sabe intuitivamente que un paciente resistente puede no realizar la tarea o puede comportarse de manera que asegure el mantenimiento de los síntomas. Por el contrario, un paciente reactivo puede hacer la tarea, pero incluso la más simple de las asignaciones serán incorrectas. O el paciente reactivo puede tener de repente más síntomas y estar muy angustiado por las cosas que el terapeuta dice o recomienda. 

Por otra parte, las creencias del terapeuta influyen en la forma en que se emplean las diferentes intervenciones y de ese modo determinar el grado en el que el paciente aceptará estas intervenciones. Por ejemplo, los terapeutas cognitivo-conductuales describen la resistencia como incumplimiento conductual y, en consecuencia, buscar aplicar una corrección de comportamiento a los significados sostenido por el paciente y aplicado dentro de las circunstancias que concurren con su expresión. En contraste, los clínicos psicoanalíticos explican la resistencia en gran medida como una expresión de conflictos internos y transferencia, que deben ser borrados. 


¿Es importante el nivel de reactancia en psicoterapia?

Brehm y Brehm (1981) consideran que no tener en cuenta la resistencia y la reactancia en psicoterapia puede marcar el abandono o el fracaso de la terapia ya que desafía el particular miedo de la persona a perder la libertad. 

¿Qué instrumentos existen para medirla?

  • Adapted Client Resistance Code (Westra et al., 2009) y el Client Resistance Code (CRC; Chamberlain et al., 1984). Las calificaciones las realiza el terapeuta basándose en las verbalizaciones de la persona. 

¿Qué estudios hay al respecto?

Beutler LE, Edwards C, Someah K. (2018) Adapting psychotherapy to patient reactance level: A meta-analytic review. J Clin Psychol. 74(11):1952-1963. doi: 10.1002/jclp.22682. Epub 2018 Oct 18. PMID: 30334254

Basado en 13 estudios y 1208 pacientes. Los resultados arrojaron 14 categorías de resistencia/reactancia que abordaron el ajuste o coincidencia entre la reactancia y la direccionalidad en los resultados del tratamiento. 

¿Qué podemos hacer como terapeutas?

  • Evaluar de forma rutinaria el nivel de reacción del paciente (como un rasgo de personalidad) y los comportamientos de resistencia durante la sesión (como un estado específico del entorno). 
  • Reconocer los síntomas del estado/rasgos y diferenciarlos. 
  • Considerar la posibilidad del enfoque terapéutico pueda crear o magnificar resistencia. 
  • Mantener o restablecer una postura de colaboración, que puede resultar una forma eficaz de abordar a los pacientes con resistencia. 
  • Prestar atención y con sensibilidad a la resistencia, reconocer las preocupaciones, reflexionar, hablar con franqueza sobre la relación terapéutica, ajustar el contrato terapéutico para incluir un mayor control del paciente, explorar los mecanismos subyacentes que motivan la reactancia y pasar de la resistencia al cambio. 
  • Apoyarse en los resultados de la investigación.
    • Personas con baja reactancia: Terapia dirigida y estructurada, por ejemplo la TCC.
    • Personas con alta reactancia: autocontrol por parte del paciente, postura menos directiva, por ejemplo intervenciones paradójicas.

sábado, 17 de abril de 2021

Adaptación de la psicoterapia a la religión y la espiritualidad

¿Qué es la religión y la espiritualidad (R/S)? ¿Existen diferencias?

Históricamente, los términos religión y espiritualidad estuvieron estrechamente vinculados y, en ocasiones, se usaron indistintamente (Sheldrake, 1992). 

La religión puede definirse cómo la adhesión a creencias, comportamientos y prácticas comunes asociados con una tradición religiosa y una comunidad en particular, lo que proporciona orientación y supervisión (Hill et al., 2000). 

En contraste, la espiritualidad es un concepto más amplio que describe la experiencia subjetiva, encarnada y emocional de la cercanía y la conexión con lo que se considera sagrado o trascendente. Esto a menudo constituye (a) un ser u objeto divino o (b) un sentido de realidad o verdad última y puede entenderse dentro del marco del conocimiento relacional implícito.

La espiritualidad se ha definido dentro de la religión pero se puede considerar independiente de cualquier vínculo religioso. La espiritualidad humanista implica un sentido de cercanía y conexión con otros seres humanos, como sentir compasión, bondad, cuidado o altruismo.




¿Cómo influye la religión y la espiritualidad en la psicoterapia?

La adaptación de la psicoterapia al marco de R/S de un paciente puede influir en el tratamiento de varias formas: conceptualización, objetivos del tratamiento, intervención y proceso interpersonal. 

1. Comprender la R/S del paciente ayuda a conceptualizar las causas de la angustia psicológica e identificar los factores clave de riesgo y protección.

2. La psicoterapia adaptada a R/S proporciona un contexto más amplio dentro del cual comprender las razones del paciente para asistir a la psicoterapia.

3. Las intervenciones de R/S pueden incorporar métodos consistentes con la cultura de R/S de un cliente (por ejemplo, oración, meditación, imágenes religiosas, escrituras sagradas, rituales o servicios religiosos) que pueden ser recursos de afrontamiento positivos.

¿Qué instrumentos de medida existen?

Multidimensional Measure of Religiousness/Spirituality (38 items; Fetzer Institute, 1999) es de las evaluaciones más completas utilizadas. 

¿Podemos hablar de Metanálisis?

Captari LE, Hook JN, Hoyt W, Davis DE, McElroy-Heltzel SE, Worthington EL Jr. Integrating clients' religion and spirituality within psychotherapy: A comprehensive meta-analysis. J Clin Psychol. 2018 Nov;74(11):1938-1951. doi: 10.1002/jclp.22681. Epub 2018 Sep 16. PMID: 30221353.

Se analizaron 7.181 pacientes. La mayoría fueron diagnosticados con un trastorno de salud mental. 

Existe una fuerte evidencia empírica de que adaptar la psicoterapia a las creencias y valores de R/S de un paciente puede influir positivamente en los resultados tanto psicológicos como espirituales.

¿Qué prácticas terapéuticas podemos realizar como terapeutas?

  • Tratar la religión y la espiritualidad como un aspecto potencialmente importante de la identidad de la persona.
  • Incorporar los valores R/S y la visión del mundo de la persona en la psicoterapia según se solicite y cuando esté clínicamente indicado. 
  • Considerar las adaptaciones en psicoterapia para sus beneficios únicos para la vida espiritual de las personas, incluido un mayor bienestar espiritual y una mayor conexión con lo sagrado. 
  • Tratamientos a medida, especialmente cuando se trabaja con personas cuya R/S influye en su vida cotidiana.
  • Seguir el ejemplo de la persona cuando incorpore las creencias y prácticas de R/S a la psicoterapia.
  • Practicar el respeto y la humildad cultural al discutir las visiones y prácticas religiosas del mundo de los pacientes.

viernes, 26 de febrero de 2021

Competencia y adaptación cultural

¿Qué es la competencia y las adaptaciones culturales?

La competencia cultural se ha convertido en parte de los estándares éticos y profesionales de la psicología (p. Ej., APA, 2017a, 2017b) y otras profesiones de la salud mental (p. Ej., American Counseling Association, 2014; National Association of School Psychologists, 2010). De hecho, la competencia multicultural se busca en todas las profesiones de la salud (por ejemplo, Betancourt et al., 2003; Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU., 2001). 

Las adaptaciones culturales de las psicoterapias se definen como la modificación sistemática de una intervención "para considerar el lenguaje, la cultura y el contexto de tal manera que sea compatible con los patrones culturales, significados y valores del cliente" (Bernal et al., 2009, p. 362). Las adaptaciones culturales modifican el tratamiento de una manera que refleja consideraciones culturales (Cardemil, 2010a, 2010b; La Roche & Lustig, 2010), como las conceptualizaciones holísticas/espirituales del bienestar. 



¿Qué modelo de dominios existe y habilidades terapéuticas para realizar una adaptación cultural?

El Modelo de Validez Ecológica (Bernal et al., 1995), proporciona los siguientes 5 dominios de psicoterapia que son susceptibles de ser tratados. Adaptaciones culturales: lenguaje, personas, metáforas, contenido, conceptos, metas, métodos y contexto. 

  • Adaptaciones del idioma: adaptaciones orales y escritas a la comunicación (por ejemplo, utilizar el idioma nativo / preferido, cambio de código) y el uso de dialectos o jerga específica de la cultura. No es lo mismo la jeada de Coruña al como se habla en Lugo. 
  • Adaptaciones de contenido: abordan valores culturales, costumbres y tradiciones en el tratamiento, como los valores culturales importancia de las conexiones familiares fuertes. 
  • Adaptaciones de los métodos y las metas del tratamiento: alineación de las metas que son congruentes con la cultura del cliente (p. Ej., armonía familiar en lugar de metas individuales) o métodos de tratamiento, como incluir a miembros de la familia en el tratamiento o participar en actividades sancionadas culturalmente rituales curativos (p ej, trabajar con el patriarca o matriarca dentro de la cultura gitana) 
  • Adaptaciones al contexto: consideran realidades sociales y políticas que pueden impactar el proceso de la terapia, como formas sistémicas de discriminación o preocupaciones relacionadas con el estatus migratorio. Por lo tanto, la terapia adaptada culturalmente considera múltiples factores que normalmente no se abordan en la psicoterapia tradicional (Smith y Trimble, 2016). 
  • Conciencia cultural: se refiere a la capacidad de los terapeutas para reconocer tanto el trasfondo cultural de ellos mismos como de sus clientes, así como de ser conscientes de sus propias perspectivas, suposiciones y prejuicios que pueden influir en el proceso de psicoterapia o en su capacidad para implementar.

Los académicos han sugerido 2 habilidades de psicoterapia que los terapeutas culturalmente competentes pueden utilizar para proporcionar un tratamiento eficaz, a saber, el dimensionamiento dinámico y la mentalidad científica (Sue, 1998). 

  • El dimensionamiento dinámico se refiere a la capacidad de los psicoterapeutas para comprender los puntos en común compartidos dentro de un grupo cultural específico y al mismo tiempo comprender la individualidad y singularidad presentes en los miembros de ese grupo. 
  • La mentalidad científica se refiere a la capacidad de los psicoterapeutas para gestionar y probar suposiciones mediante la recopilación de información, haciendo preguntas basadas en hipótesis y confirmando o refutando hipótesis en el proceso de tratamiento, en lugar de aplicar suposiciones a los clientes. 
¿Existen instrumentos de medida?

Hay diversidad entre los investigadores y no se llega a un acuerdo en instrumentos de medida cuantitativos, la mayoría se basan en adaptaciones culturales específicas de cada lugar. 

¿Qué dicen los estudios?

Beutler LE, Edwards C, Someah K. (2018) Adapting psychotherapy to patient reactance level: A meta-analytic review. J Clin Psychol. 74(11):1952-1963. doi: 10.1002/jclp.22682. Epub 2018 Oct 18. PMID: 30334254. 

99 estudios incluidos en un metanálisis de los últimos 20 años, contaron cerca de 14.000 individuos. Con un tamaño del efecto elevado tanto que, en palabras de los autores, proporciona una considerable evidencia de causalidad. 

Más específicamente, los tratamientos adaptados culturalmente mostraron resultados positivos superiores. Cuanto mayor sea el número de adaptaciones, mejores serán los resultados. Además, los tratamientos proporcionados en el idioma preferido del cliente, las metas basadas en los valores culturales del cliente y el uso de metáforas culturales se asociaron con mejores resultados. 

¿Qué prácticas psicoterapeúticas pueden realizar para realizar una adaptación cultural?

  • Evaluar con regularidad los antecedentes étnicos y raciales de los pacientes 
  • Buscar un "ajuste cultural" al planificar los tratamientos. 
  • Incorporar múltiples adaptaciones culturales 
  • Considerar las adaptaciones culturales para adultos, ya que tienden a ser más eficaces que con niños y adolescentes. 
  • Llevar a cabo psicoterapia en el idioma preferido del cliente en la mayoría de los casos. Ejemplo una mujer en interconsulta que no entendía nada de lo que le decía. 
  • Adaptar la terapia de grupo a un grupo específico, en lugar de a un grupo de clientes culturalmente mezclado. 
  • Los terapeutas pueden buscar activamente conocer las perspectivas culturales de cada cliente. Ejemplo cuando vine a galicia para hacer la residencia tuve que saber e interesarme por las costumbres culturales, sobre todo en el mundo rural gallego. 

miércoles, 6 de enero de 2021

VARIABLES EN LA PSICOTERAPIA

Hoy voy a escribir sobre algunas de las variables que influyen en la psicoterapia. Seguiré más adelante con otros post de manera más extendida sobre los temas que voy a comentar a continuación. 


¿Qué es la Práctica basada en la evidencia?

En el trabajo de la psicología, existen muchas variables que entran en juego cuando estamos llevando a cabo un tratamiento. Por una parte, y siguiendo el modelo de la práctica basada en la evidencia, hay 3 pilares fundamentales (APA, 2005):

  1. Evidencias o pruebas científicas disponibles. Donde se encontrarían los Tratamientos Empíricamente Validados. Son los programas de tratamiento psicológico que cumplen criterios definidos por el equipo de trabajo de la División 12 de la Psicología Clínica de la APA para considerar un tratamiento determinado es eficaz a la hora de intervenir sobre un problema bien definido. 
  2. Pericia clínica. Donde se manifiestan lo niveles más altos de habilidad, destreza, competencia profesional y efectividad.
  3. Características, cultura y preferencias de la persona que acude a la terapia. 
Por tanto, y si tenemos en cuenta todo lo comentado hasta ahora, como Psicólogos Clínicos debemos "poseer las habilidades necesarias para aplicar con maestría (o pericia clínica, que en estos momentos para mi es de lo más complicado, de ahí la larga formación que tenemos los psicólogos clínicos Licenciatura-master-PIR, supervisiones continuas e infinidad de cursos) un tratamiento psicológico e indicar su conveniencia con un paciente particular, en un determinado contexto asistencial y en sintonía con los marcadores socioculturales de referencia (es decir las características del paciente que comentaremos en algunos post), es empezar a acercarse a ese contexto interpersonal en el que las técnicas (o la evidencia científica hasta el momento actual) pueden ofrecer su máximo rendimiento" (Prado-Abril, Sánchez-Reales y García-Campayo, 2017). 

En definitiva, y siguiendo a los anteriores autores, el objetivo es elegir "diferentes métodos, posturas y relaciones de acuerdo al paciente y al contexto. El resultado es una terapia más eficiente, efectiva y eficaz, y que encaja tanto con la persona como con el clínico”.

¿Cuáles son las variables que influyen en la TERAPIA?

Este pasado marzo, aprovechando que estamos confinados en nuestras casas me puse a leer por una parte artículos de investigación sobre el tema, blogs muy interesantes como el del psicólogo clínico Albeto Gimeno-Peón, y un manual de referencia para la psicoterapia (Psychotherapy Relationships That Work de Lambert, Norcross y Walpold, 2019). 

En el libro comentado lo que busca es “identificar elementos efectivos de la relación en psicoterapia y determinar la manera de adaptar o desarrollar una relación a la medida de cada paciente”. Se exponen los resultados de la investigación con respecto a “lo que funciona en general, así como aquello que funciona en particular”. Por una parte son variables que tienen que ver con la relación terapéutica, tanto por parte del clínico como de la persona que tenemos delante y se han asociado a unos buenos resultados en la psicoterapia. Por otra parte, son elementos que son operativos y transteóricos, por lo que no se pueden relacionar con una teoría o modelo teórico.

Aquellos elementos, con diferentes niveles de eficacia, en la relación terapéutica son:

  1. Alianza en psicoterapia individual
  2. Alianza en terapia de pareja y familiar 
  3. Colaboración 
  4. Consenso en las metas
  5. Cohesión en la terapia grupal 
  6. Empatía 
  7. Consideración positiva y afirmación 
  8. Recoger y utilizar feedback 
  9. Auto-revelaciones
  10. Inmediatez
  11. Congruencia/autenticidad 
  12. Relación real 
  13. Expresión emocional 
  14. Cultivar expectativas de resultados positivas 
  15. Promover la credebilidad del tratamiento 
  16. Gestión de la contratransferencia 
  17. Reparar rupturas en la alianza

Y los métodos de adaptación a tener en consideración cuando tenemos a una persona delante son:
  1. Cultura (raza/etnia) 
  2. Religión/espiritualidad
  3. Preferencias de la persona que acude a consulta 
  4. Nivel de reactancia 
  5. Estadios de cambio
  6. Estilo de afrontamiento
  7. Estilo de apego
  8. Orientación sexual 
  9. Identidad de género
A partir de ahora en los post futuros, llevaré el siguiente esquema para hablar de cada una de las variables comentadas, concretamente en los métodos de adaptación. En primer lugar, hablaré del concepto, los instrumentos de medida, comentar los metanálisis y por último comentar la práctica recomendada.