jueves, 22 de marzo de 2012

Pensemos



En muchas ocasiones llegan a terapia pacientes con “creencias irracionales” que mayoritariamente compartimos las personas, bien por educación, por tendencias, influencias sociales, etc. Y es útil luchar contra ellas para tener un desarrollo personal mejor. Para ello me gustaría explicarte el esquema A-B-C. Los pensamientos te pasan por la cabeza de manera automática, sin darte cuenta que los acontecimientos te producen sentimientos y comportamientos determinados. Normalmente tiendes a pensar que los acontecimientos te provocan directamente las emociones y las conductas. Si así fuera, todo el mundo tendría el mismo comportamiento ante hechos parecidos, lo que no es cierto. Por ello que esta debido mediatizado por los pensamientos o las creencias.

Acontecimiento (A)
Pensamiento (B)
Consecuencias (C)

Es lo que te ocurre, puede ser tanto del mundo externo o interno, éste tiene que ser un acontecimiento objetivo y fiel. En ocasiones puedes utilizar la técnica de la cámara de video y hacerte las siguientes preguntas:
¿Estoy siendo objetivos con mi apreciación?
¿Estoy exagerando las cosas?
Es lo que piensas de los acontecimientos. Estos pensamientos pueden ser de dos tipos: racionales e irracionales. Los racionales, te pueden ayudar a sentirte bien, aunque sea negativo, como por ejemplo la tristeza por una pérdida. Y los pensamientos irracionales, las que NO están basadas en la evidencias y tendencias extremistas.

Son las consecuencias de tus pensamientos.
Son tus emociones y tus conductas.
Un chico ha perdió su pierna en un accidente de tráfico hace 5 años.
Nunca voy a poder tener una vida normal.
Soy un total fracaso.
Es horrible que la gente sepa que estoy amputado.

Me siento triste
Me siento furioso
No salgo de casa


Ahora me gustaría explicarte cual es el trabajo terapia que realizaría. Pues bien, mediante un debate y de manera conjunta, como si se tratase de un equipo, analizaríamos los problemas creados a raíz de la interpretación del acontecimiento que te ha llevado a las consecuencias que más te frustran y son autodestructivas.


Primero de nada buscaríamos ser conscientes de las creencias irracionales. Para ello te realiza una serie de preguntas para el debate. 

Te digo unas pocas preguntas de ejemplo, aunque pueda haber más:

¿Dónde está la evidencia de que soy un total fracaso?
¿Dónde está escrito o dónde está la ley que dice que no voy a tener una vida normal?
¿Cómo me afecta esta forma de pensar?
¿Qué podría pensar para encontrarme mejor?
¿Cuál sería mi nuevo pensamiento?



Finalmente llegaríamos al punto de la efectividad de las creencias. La explicación que doy a mis pacientes (avalado científicamente y tras mi experiencia clínica) es que mediante el cambio de pensamiento a un tipo más racional, surgen nuevas emociones y nuevas conductas menos destructivas. Éstas te ayudarán y te harán sentir mejor.

Siguiendo con el ejemplo, si este chico ha cambiado el pensamiento, podemos darnos cuenta que las consecuencias son diferentes, si piensa que está en el último año de carrera y que el resto de asignaturas las tiene aprobadas, puede llegar a sentirse mucho mejor y empezar a comer.