miércoles, 11 de febrero de 2015

El elefante encadenado y La indefensión aprendida


CUENTO

Cuando yo era chico me encantaban los circos y lo que mas me gustaba de los circos eran los animales. También a mí, como a otros, después me enteré que me llamaba la atención el elefante.

Durante la función la enorme bestia hacia despliegue de su peso tamaño y fuerza descomunal...pero después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo.

Sin embargo, la estaca era solo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría con facilidad arrancar la estaca y huir.
El misterio es evidente : ¿ Qué lo mantiene entonces ¿Por qué no huye?
Cuando tenía cinco o seis años yo todavía confiaba en la sabiduría de los grandes. Pregunté entonces a algún maestro, a algún padre o a algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia :
Si está amaestrado ¿Por qué lo encadenan? No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo me olvidé del misterio del elefante y la estaca...y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta.
Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta : EL ELEFANTE DEL CIRCO NO ESCAPA PORQUE HA ESTADO ATADO A UNA ESTACA PARECIDA DESDE QUE ERA MUY, MUY PEQUEÑO.

Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca. Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado y que al día siguiente volvió a probar y también al otro y al que le seguía....Hasta
que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino. Este elefante enorme y poderoso, que vemos en el circo, no escapa porque cree - pobre - que NO PUEDE.
El tiene el registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro. Jamás...jamás....intentó poner a prueba su fuerza otra vez.
Vivimos creyendo que un montón de cosas "no podemos" simplemente porque alguna vez, antes, cuando éramos chiquitos, alguna vez probamos y no pudimos. Hicimos entonces, lo del elefante : grabamos en nuestro recuerdo: NO PUEDO....NO PUEDO Y NUNCA PODRE. Hemos crecido portando ese mensaje que nos impusimos a nosotros mismos y nunca más lo volvimos a intentar.
Cuando mucho, de vez en cuando sentimos los grilletes, hacemos sonar las cadenas o miramos de reojo la estaca y confirmamos el estigma : " NO PUEDO Y NUNCA PODRE " Vivimos condicionados por el recuerdo de otros, que ya no somos y no pudieron.

Tu única manera de saber, es intentar de nuevo poniendo en el intento todo tu corazón.....TODO TU CORAZON".

Jorge Bucay (Recuentos para Demián)



INDEFENSIÓN APRENDIDA

¿Qué es la indefensión aprendida?

La indefensión aprendida es un tecnicismo que se refiere a la condición de un ser humano o animal que ha "aprendido" a comportarse pasivamente, con la sensación subjetiva de no poder hacer nada y que no responde a pesar de que existen oportunidades reales de cambiar la situación aversiva, evitando las circunstancias desagradables o mediante la obtención de recompensas positivas. La teoría de indefensión aprendida se ha relacionado con depresión clínica y otros trastornos mentales "resultantes" de la percepción de ausencia de control sobre el resultado de una situación.

¿Cómo puedes encontrarte mejor con estos pensamientos?

Hay muchos métodos para encontrarte mejor, uno podría ser la aceptación de estos pensamientos, otro podría ser la conciencia de estos pensamientos, otro sería observar este diálogo interno y también uno de los métodos puede ser a ver como cambiar los pensamientos que te hacen estar apresados en la cadena.

¿Cúal es el método de cambio de pensamientos?

Esto al ser una habilidad, y como tal se puede aprender. Hay métodos, como puede ser que comento a continuación mediante tres fases:
  1. Primero, comprender lo que son los pensamientos automáticos, negativos e irracionales.
  2. Luego detectar, identificar y cambiar estos pensamientos automáticos.
  3. Y por último puedes aplicarlo a tu día a día.

Fuentes:




lunes, 2 de febrero de 2015

ESCUCHA ACTIVA


La escucha activa es una técnica y estrategia específica de la comunicación humana. Rost la definió como «un término genérico para definir una serie de comportamientos y actitudes que preparan al receptor a escuchar, a concentrarse en la persona que habla y a proporcionar respuestas (feedback





Pero, ¿Cómo lo podría hacer?

La escucha es una habilidad que podemos adquirir con un poco de ganas y de práctica. Para ayudarte a mejorar tu comunicación, Elizabeth Bernstein, un valioso resumen de las fases de una buena escucha activa:

  • Busca indicios de que una persona quiere hablar y señala tu disposición para escuchar. “Cuando mi esposa quiere hablar, cierro la computadora para mostrar que le estoy dando toda mi atención y así también evito distraerme con la pantalla.”
  • Deja que la otra persona pueda explicar lo que está en su mente. Reconoce la realidad de sus sentimientos. Este es un paso clave. Cuando empezamos a reconocer los sentimientos de otras personas, entonces podremos mejorar nuestra comunicación.  Es importarte recordar que no debemos negar los sentimientos como: ira, irritación, miedo o repugnancia; en cambio puedes verbalizar el punto de vista de la otra persona: ¨te sientes aburrido¨, ¨usualmente disfrutas de esto, pero ahora mismo no estás de humor¨. Este paso es más difícil de lo que parece y requiere de un poco de entrenamiento. Pero es importantísimo que lo hagamos.
  • Anima a la persona a que elabore más lo que está contando, a través de preguntas abiertas, haciendo ruidos de escucha, sentado de una forma en que muestres atención o haciendo contacto visual.
  • Parafrasea lo que la otra persona esta diciendo, esto te ayudará a demostrar que entiendes su punto.
  • Haz preguntas y escucha para tratar de ayudar a encontrar una posible solución al problema que la persona te plantea. Pero recuerda, no te apresures a buscar una solución.
Los expertos dicen que 
somos por naturaleza 
malos escuchando

Y ¿Qué es lo que podría evitar?

No distraerse.
No interrumpir al que habla. Espera a que la otra persona te dé paso, aunque no estés de acuerdo con lo que dice.
No juzgar. Por arte de magia, si no juzgas, empieza a ver que no te juzgan.
No ofrecer ayuda o soluciones prematuras.
No rechazar lo que el otro siente (“Eso no es nada”)
No contar tu historia cuando el otro necesita hablarte .Recuerda que nadie escarmienta en cabeza ajena. Además, si te está contando algo es para que entiendas su problema y, si cuentas tu historia estaréis centrándoos en la tuya.
No contraargumentar (“Me siento mal” – “Y yo también”).
Evitar el “síndrome del experto”, es decir, tener la respuesta antes de que el otro cuente todo.
No rechazar las emociones que el otro manifiesta. Las emociones son reacciones automáticas que frecuentemente se dan en determinadas circunstancias; pero que no son obligatorias y no las controlamos. Por eso, decir a una persona que no debería sentir lo que siente implica un reproche sobre una conducta sobre la que la persona no tiene control. Hay que tener en cuenta que no está en su mano modificar ese sentimiento.
No solucionar el problema. Quien te lo está planteando quiere compartirlo contigo, pero él (ella) es la responsable de solucionarlo. Tú solamente puedes escuchar y dar tu opinión.
No des un consejo que no te hayan pedido.
No descalifiques cuando des tus opiniones.


Espero que te sirva de ayuda



FUENTES: