El Síndrome del Miembro fantasma es la percepción de sensaciones de tu
miembro amputado que todavía está conectado al cuerpo y está funcionando con el
resto de éste.
Se solía creer que esto se debía a que el cerebro seguía recibiendo
mensajes de los nervios que originalmente llevaban los impulsos desde el
miembro perdido. En la actualidad, la explicación que más consistencia tiene,
es que tu cerebro sigue teniendo un área dedicada al miembro amputado por lo
que el paciente sigue sintiéndolo: ante la ausencia de estímulos de entrada que
corrijan el estado del miembro, el área genera por su cuenta las sensaciones
que considera coherentes. Esta área sin función tras la amputación puede ser
invadida por áreas vecinas con lo que utiliza sensaciones de otras partes del
cuerpo para disparar las sensaciones del miembro amputado.
¿Cuáles son los síntomas?
Puedes sentir:
- Hormigueo
- Dolor espinoso
- Entumecimiento
- Sensación de caliente
o frío
- Como si los dedos de
las manos o de los pies se te estuvieran moviendo
- Como si la extremidad
faltante aún existiera o como si estuviera en una posición rara
- Como si la extremidad
faltante se estuviera acortando.
Estas sensaciones
lentamente se te van haciendo cada vez más débiles y sentir con menos frecuencia,
pero raras veces es posible que nunca desaparezcan por completo.
El dolor en la parte que
te falte: brazo o la pierna se denomina dolor del miembro fantasma. Puedes sentirlo
como:
- Dolor agudo o punzante
- Dolor persistente
- Dolor urente
- Dolor de tipo cólico
Actualmente se presenta
entre un 50 a 85% de los casos, no hay una predisposición genética. Este dolor del miembro fantasma te puede disminuir con el tiempo a la mayoría de las personas les ocurre.
¿A
qué niveles puede empeorar el dolor fantasma?
A nivel fisiológico algunos factores pueden
hacer que el dolor del miembro fantasma empeore puede ser:
- Estar demasiado
cansado
- El sedentarismo
- Ejercer demasiada
presión sobre la parte del brazo o la pierna que todavía existe
- Cambios en el clima
- Infección
- Una prótesis que no te
encaja adecuadamente
- Que tengas el flujo
sanguíneo deficiente
- Hinchazón en la parte
del brazo o la pierna que todavía existe
A nivel psicológico,
para el dolor fantasma puedes tener un agravamiento cuando tengas otras alteraciones
a nivel mental. La mayoría de los amputados presentamos o hemos presentado
algunas de ellas. Por ejemplo:
- · Sentimientos de pérdida.
- · Sentimientos de dependencia.
- · Autoestima baja.
- · Tristeza.
- · Depresión.
- · Estado de ánimo bajo
- · Ansiedad
- Estrés.
- · Negación: Intentos de conservar la integridad física y psicológica.
- · Ira desproporcionada.
- · Falta de control de impulsos.
- · Supresión de emociones.
- · Duelo patológico.
- · Consumo de sustancias.
- · Trastorno de adaptación
- · Trastorno de estrés post-traumático
- · Trastorno agudo
- Trastornos sexuales
- · Trastornos del sueño
¿Cuál es el tratamiento a seguir?
El
tratamiento de lo que te puede ocurrir es desde un punto multidisciplinar, esto
es desde diversos ámbitos: fisiológico, médico, ortopeda, rehabilitador y/o psicológico.
Buscar el
tratamiento más adecuado para ti es un objetivo elemental de cualquier intervención
clínica. Esto, además, es especialmente relevante en el dolor, como hemos visto
con múltiples problemas emocionales asociados y una evidente comorbilidad a
otros posibles trastornos de ansiedad, adicciones, problemas de pareja,
disfunciones sexuales, etc.
De este
modo deberíamos mirar de trabajar desde diversas intervenciones, en función de
las características y problemas que puedas tener.
Aun así
unas pautas que podrías llevar son:
·
Entrenamiento en relajación
·
Reestructuración cognitiva
·
Programa de actividades positivas
·
Musicoterapia
·
Deporte
·
Modelos de Afrontamiento
·
Inoculación del estrés
·
Imaginación guiada
Cristian Marín
Psicólogo
FUENTES:
Universidad de Valencia - http://www.uv.es/
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